Los niños indígenas rescatados de la selva del Guaviare fueron dados de alta en la noche de ayer del Hospital Militar ubicado en Bogotá, donde estuvieron recluidos desde el pasado 10 de junio.
En rueda de prensa conjunta entre la Defensoría del Pueblo y el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), Astrid Cáceres, directora de esta entidad dio detalles del proceso que continúa con los niños. “Comienza la segunda parte de esta Operación Esperanza, que es el restablecimiento de los derechos de los menores”, aseguró la funcionaria en rueda de prensa.
“Garantizar los derechos de los hermanos Mucutuy requiere un tiempo prudente que nos permita proteger su integridad, hasta que el entorno familiar sea seguro para su crecimiento”, añadió la directora
De esta forma, los niños permanecerán bajo el cuidado de la entidad mientras se define la custodia de los menores, que actualmente se encuentra en disputa. Así mismo, se establecieron los respectivos mecanismos de proceso administrativo de restablecimiento de derechos, con todo el acompañamiento de las entidades del estado para su cuidado.
La funcionaria aseguró que el diálogo con las familias en el proceso de restablecimiento de derechos es primordial, con el fin de entender los entornos en los que se desarrolla el crecimiento de los niños.

Astrid Cáceres, directora del ICBF, asegura que los menores estarán en poder de la entidad mientras se resuelve su situación.
Cáceres también señaló: “Tuvimos la oportunidad de acompañar su salida del hospital, su salida fue bastante amorosa. Un agradecimiento muy especial al Hospital Militar, a su equipo de trabajo, que tuvo un cuidado inédito”.
La funcionaria agregó que durante toda la hospitalización de los menores “contamos con el acompañamiento de las organizaciones indígenas, de los familiares y de las entidades estatales como la Defensoría del Pueblo”.
Así mismo, señaló que no se darán a conocer detalles respecto a su ubicación, esto con el fin de salvaguardad su integridad y cumplir con los procedimientos de ley que se establecen en un proceso como este en el que se involucra la protección de menores de edad.
Respecto a su proceso, este está a cargo de una defensora de familia que tiene un plazo de seis meses para determinar la decisión final sobre el destino de los niños.
“La investigación tiene unos ritmos que debemos respetar. Desde el ICBF estamos acompañando a la defensora para que tenga un equipo interdisciplinario muy sólido que incluye antropólogos, que contribuyan al restablecimiento y garantía de los derechos de los niños. Las tres niñas y el niño estarán bajo nuestro cuidado y nos aseguraremos de que estén bien para que regresen a su entorno familiar lo más pronto posible, siempre cuando sus derechos estén garantizados”, señaló.

Niños indígenas rescatados en Guaviare en protección del ICBF.
Los menores, que estuvieron perdidos 40 días en la selva, recibieron atención médica por alta desnutrición y deshidratación, pero sobre todo apoyo emocional ante la adversa situación que tuvieron que atravesar tras el accidente aéreo en el que perdieron a su madre.
El primero de mayo, una aeronave Cessna 206 HK 2803, de la empresa Avianline que cubría la ruta Araracuara-San José del Guaviare (Guaviare) que trasladaba a siete personas, incluidos los cuatro menores de edad, reportó una emergencia en uno de sus motores y su rastro se perdió.
El 15 de mayo, los rescatistas encontraron un tetero que se convirtió en el primer signo de que había sobrevivientes tras el trágico accidente.
Esa misma tarde hallaron la cáscara de una maracuyá que probablemente fue comida por alguno de los menores. Esto desató la frenética búsqueda de los menores.
REDACCIÓN VIDA DE HOY