La rutina diaria puede llegar a ser desgastante y un poco tediosa con el paso del tiempo. Esto puede llegar a generar que se caiga en hábitos poco favorecedores para sus actividades laborales, logrando que la procrastinación y el consumo de dispositivos móviles perjudiquen su desempeño.
Un estudio de la Universidad de Stanford, citado por ‘Infobae’, evidencia que el cerebro no está programado para procesar múltiples tareas simultáneamente, y, de hecho, es más productivo hacer una cosa a la vez.
Cuando se hace ejercicio aumenta la disponibilidad de sustancias químicas cerebrales que promueven nuevas conexiones
Con el multitasking empeoran el nivel de eficacia y la capacidad de distinguir la información relevante de la irrelevante ante la gran cantidad de información que se recibe constantemente.
“Esta rutina lleva a cambios químicos psico neuroendocrinológicos que se manifestarán en la persona según el biotipo mental y corporal, pudiendo producir estrés, agresividad o estado de alerta continua, así como agotamiento, cansancio, tanto físico como mental, ansiedad o depresión”.
Así las cosas, le mostramos tres consejos que puede seguir para evitar la desconcentración en el trabajo y seguir un ritmo continuo que le permitiría ser más productivo.

Para Quian, la tecnología puede ser un arma de doble filo. Dice que no hay que perder la capacidad de procesar información cuando se use.
Ejercicio y buen dormir
Según la Escuela de Medicina de Harvard (HMS, por sus siglas en inglés), sugiere que la actividad física y el buen sueño pueden ayudar a que su cerebro esté más activo y concentrado.
“Cuando se hace ejercicio aumenta la disponibilidad de sustancias químicas cerebrales que promueven nuevas conexiones en este órgano, reducen el estrés y mejoran el sueño. Y, al dormir, se reducen las hormonas del estrés que pueden ser dañinas para el cerebro y se eliminan las proteínas que lo dañan”, explicó Kirk Daffner, neurólogo y director del Centro de Medicina Cerebral/Mente del Brigham and Women’s Hospital, a ‘National Geographic’.
El experto recomienda que se debe dormir de 6 a 8 horas diarias y practicar ejercicio aeróbico a la semanas, por lo menos 150 minutos de acondicionamiento físico está perfecto para una persona ocupada.

Seis minutos de ejercicio de alta intensidad podrían prolongar la vida útil del cerebro.
Alimentación sana y hábitos saludables
Tener un espacio propio y organizado le permitirá sentirse, al menos visualmente, más apto para enfrentar la rutina laboral. Los horarios de comida también son importantes para mantener el cronograma de trabajo presente y ponerse metas u objetivos con el día a día.
Intente comer en sus descansos alguna botana saludable, pues “una alimentación desequilibrada puede producir carencias específicas de algunos de los nutrientes, que se manifiestan mediante síntomas o sensaciones como apatía, desgana, irritabilidad, nerviosismo, cansancio, falta de atención, fallos de memoria, de concentración e incluso depresión”; explica el Colegio Farmacéutico de Barcelona en su página oficial.

El aumento del índice de masa corporal se relaciona a la reducción de la materia gris del cerebro.
Atención plena
“La atención plena, o mindfulness, se trata de centrar la atención en el momento presente. Se ha demostrado que practicarla reconecta el cerebro para que la atención sea más fuerte en la vida cotidiana”, dice Kim Willment, neuropsicóloga del Brigham and Women’s Hospital en el artículo de Harvard.
Para lograr este tipo de concentración, la especialista recomienda sentarse durante unos minutos cada día, estar estático y cerrar los ojos con el fin de concentrarse en su propia respiración, los sonidos del ambiente y las sensaciones del entorno con el fin de regular la velocidad con la que el ser humano de hoy realiza las diferentes tareas diarias.

Los juegos visuales miden la capacidad de pensar de manera rápida.
REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL
EL TIEMPO