60 % de los colombianos cree que sus hijos olvidaron lo aprendido por pandemia

60 % de los colombianos cree que sus hijos olvidaron lo aprendido por pandemia



El 39 por ciento de los colombianos creen que la calidad de la educación en el país ha disminuido y el
60 por ciento considera que sus hijos olvidaron temas ya aprendidos a causa de la pandemia
. Esto es lo que revelan los datos de la nueva Gran Encuesta de Opinión en Educación, realizada por la
Fundación Empresarios por la Educación
en alianza con la firma encuestadora
Cifras y Conceptos
, cuyos resultados serán presentados este miércoles.

El informe tiene como propósito recopilar la percepción de los colombianos respecto a la educación para que sirva de instrumento a los tomadores de decisiones del sector (Ministerio de Educación, secretarías, rectores, profesores, etc.) en la creación de acciones y políticas educativas del país.

Para ello se aplicaron encuestas en 55 municipios en ocho regiones del país (Antioquia, Atlántico, Bogotá D. C., Centro, Oriente, Orinoquia, Amazonia, Pacífico y Valle del Cauca), en zonas urbanas y rurales, a mayores de 18 años.

En diálogo con EL TIEMPO,
Andrea Escobar, directora ejecutiva Fundación Empresarios por la Educación,
señaló que se espera que este estudio pueda ser utilizado por quienes trabajan en la elaboración de políticas públicas:

“En la agenda nacional que se está construyendo, donde se están empezando a gestar las líneas de trabajo en materia educativa, que los colombianos estén identificando las afectaciones en el sector, las problemáticas principales, es algo muy importante para la elaboración de una política pública educativa.
Hablamos de problemas de rezago en los aprendizajes, brechas, el componente socioemocional
(que no es menor porque se habla de los niños, niñas y adolescentes que estarán al frente del país en unos años)”.

Y agregó: “Esto marca una línea de trabajo valiosa para el Gobierno Nacional, porque no solo se habla de la pandemia, sino de todo el ejercicio de la profesión docente, de los maestros y maestras, donde los colombianos se cuestionan sobre su rol y cómo deben ser medidos. Así mismo, temas como la infraestructura educativa, entre otros. Todo esto es poderoso, porque se habla de una muestra significativa que representa la voz de más de 29 millones de colombianos mayores de 18 años”.

En materia de percepción de la educación en el país, llama la atención que prima con el 39 por ciento la idea de que la calidad de la educación ofrecida por las instituciones del país ha disminuido. En contraste, el 27 por ciento cree que ha mejorado, mientras que otro 27 por ciento asegura que se ha mantenido igual.

Para Escobar, esto no implica que no haya habido cambios y mejoras en el sistema. De hecho, los datos oficiales muestran que en comparación con hace 20 años ha habido mayor acceso a servicios educativos, se ha disminuido la deserción escolar, aumentó la infraestructura educativa, etc. Pero, en cambio, la experta considera que
“en las nuevas generaciones hay más preocupación por la calidad, por la pertinencia de los contenidos, por cuestionarse qué es lo que los profesores enseñan en las aulas
”.

Sin embargo, una percepción que parece generalizada es que el 94 por ciento de las personas consideran que es muy importante que los niños, niñas, adolescentes y jóvenes vayan a estudiar, y el 64 por ciento considera que los contenidos y la formación que se imparte desde el colegio es muy útil para la vida.
Uno de los puntos más importantes de la encuesta tiene que ver con que los colombianos perciben cada vez más notorias las brechas educativas, en especial después de la pandemia.

Esto concuerda también con datos concretos que van más allá de la opinión de los encuestados. Por ejemplo, según un informe del Observatorio a la Gestión Educativa ExE, la proporción de
los alumnos en los niveles de desempeño más bajos de la Prueba Saber 11.º en 2021 para lectura crítica fue 49 por ciento; en matemáticas este porcentaje fue del 58 por ciento y en inglés, el 83 por ciento.
“A los malos resultados académicos se suma un componente que parece ya paisaje con solo mencionarlo, que es la pandemia. Mucho se ha hablado de que el confinamiento causó impactos considerables. Pero hasta ahora estamos viendo esas consecuencias, como país apenas estamos dimensionando lo que esto implicó”, sostiene Ricardo Rodríguez, analista y asesor educativo.

En esto concuerda Escobar: “Lo que nos están diciendo las familias en este aparte es que están preocupados por el nivel académico de los estudiantes. Y vale la pena devolvernos al escenario de hace unos meses, al principio de este año, cuando todavía la discusión estaba en si era necesaria la presencialidad o no. Lo que hoy vemos es que sí hubo un impacto muy grande en los procesos formativos, retrasos significativos en los aprendizajes que todavía son necesarios intervenir”.

Lo anterior se refleja en las respuestas de la encuesta. Al ser preguntados por los problemas de sus hijos tras volver a la presencialidad, el 60 por ciento sostuvo que olvidaron temas vistos previamente, 54 reflejó dificultades en comprensión de lectura y retraso en aprendizajes matemáticos, 53 por ciento señaló que sus hijos perdieron materias y 49 por ciento dijo que hubo dificultad para retomar hábitos educativos y para concentrarse, y temor a los exámenes.

Y esto es solo en lo que respecta al desempeño académico, porque otro asunto que queda en evidencia es que la salud mental y las habilidades socioemocionales de los estudiantes también recibieron grandes impactos.

Por ejemplo, el 47 por ciento de los padres dicen que ven en sus hijos dificultad para expresarse, el 44 por ciento no sigue instrucciones de sus maestros, el 43 por ciento presenta comportamientos rebeldes, el 40 por ciento dice que los menores han presentado mayor agresividad hacia sus compañeros y el 29 por ciento señala dificultad para relacionarse con otros.

De esto se desprende un llamado que hacen los padres a las instituciones educativas, dado que el 50 por ciento de ellos reclaman que los colegios realicen charlas encaminadas a tratar estos temas relacionados con la salud mental.

Pero de todo esto, la directora de Empresarios por la Educación cree que el haber vuelto a la presencialidad trajo importantes aspectos positivos: “Por ejemplo, tenemos que el 70 por ciento de los padres creen que solo el hecho de que sus hijos volvieran al colegio mejoró su estado de ánimo, en un 69 por ciento de los casos aumentó la disposición a aprender”, explicó Escobar.

Por su parte, Alexandra Restrepo, especialista en gestión de riesgos socioemocionales en menores, aseguró: “Se hace necesario que los diagnósticos como estos, que se suman a muchos otros en temas de salud mental y competencias socioemocionales, pasen rápidamente a formar parte de las estrategias tomadas desde el Gobierno y los colegios. Hablamos de edades críticas donde la intervención profesional se debe hacer en el menor tiempo posible. Duramos dos años en que las afectaciones se hicieron presentes y este último año lo que se ha trabajado en consecuencia ha sido poco”.

Uno de los puntos más llamativos de la encuesta tiene que ver con la percepción de la labor de los profesores, ya que el 70 por ciento de las personas identifican en la forma en que los docentes explican el factor más determinante para el éxito educativo.

Ante ello, llama la atención que el 51 por ciento considera que a los docentes se les debe evaluar de acuerdo con los logros académicos alcanzados por sus estudiantes, una propuesta que se ha hecho en el pasado y que ha causado polémica en el magisterio.

También es relevante que el 50 por ciento de los colombianos desconoce qué hace el Ministerio de Educación Nacional (MEN) y 47 por ciento, el rol de las secretarías de educación. Sucede lo mismo con las pruebas del Icfes (56 por ciento).

“En general –explica Escobar–, la gente no sabe qué hace el Ministerio de Educación o cuál es el rol de una secretaría de Educación. Creo que para lograr mejoras en políticas públicas, que respondan a las necesidades de las personas, hay que arrancar con que la sociedad pueda identificar quién es el dueño de la llave de la transformación que necesita. En manos de quién están esos cambios. Como ciudadanos le exigimos al sistema, pero no sabemos cómo funciona”.

MATEO CHACÓN ORDUZ

Redacción Educación



Tomado de el Tiempo.com

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